Cultivamos la rúcula bio en nuestras instalaciones ecológicas en Rosenweide (Baja Sajonia). Esta crece en cultivos protegidos, es decir, en invernaderos o túneles de lámina, y le gusta un suelo bien poroso y más bien arenoso.

Nuestra rúcula bio no se siembra, sino que se introduce en la tierra como plántulas. Por ello, puede desarrollar hojas más carnosas, ya que las plántulas no están tan apretadas como en un cultivo de siembra.

La cosecha se lleva a cabo exclusivamente a mano. La lechuga cortada se coloca cuidadosamente en la bandeja de venta. Como cultivadores, esto es muy laborioso, pero ofrece una gran ventaja a nuestros clientes, ya que se puede sacar toda la rúcula de la bandeja fácilmente y, si es necesario, se pueden cortar todos los extremos con un solo corte. Si la rúcula bio está desordenada en la bandeja, tardarías bastante más, ya que tendrías que cortar las hojas de una en una.

Para la preparación, saca la rúcula de la bandeja, límpiala, corta los extremos si es necesario, lávala con agua fría y sécala bien. Cuando la limpies, comprueba si tiene malas hierbas y quítalas.

La rúcula se utiliza principalmente como ingrediente en ensaladas, pero también sirve como complemento en pizzas, bocadillos o platos de pasta, ya que tiene un sabor muy intenso. También se puede preparar un pesto picante con ella.

Cuando la compres, asegúrate de que las hojas tengan un precioso color verde oscuro y que no haya hojas mustias o amarillentas. La rúcula cuenta con hojas más tiernas, por lo que se recomienda usarla lo antes posible después de comprarla.