Cultivamos la col china en nuestras instalaciones de Ohlendorf (Baja Sajonia), Gresse (Mecklemburgo-Pomerania Occidental) y en campos situados en Bornheim (Renania del Norte-Westfalia).

Cuando se cultiva la col china, es importante una amplia rotación de cultivos para prevenir enfermedades como la hernia de la col. Lo ideal es que no se cultiven crucíferas como la col china en un campo durante 7 años. Puede cosecharse fresca del campo hasta las primeras heladas.

A diferencia de otras variedades de col conocidas, la col china no tiene un tallo duro. Los nervios carnosos de las hojas son muy tiernos y se pueden utilizar fácilmente. Para la preparación, lo mejor es quitar una o dos hojas exteriores. Luego, en la parte inferior de la cabeza, corta alrededor de 1-2 cm. Así, podrás separar las hojas unas de otras y lavarlas y cortarlas a tu gusto.

La col china se puede preparar de muchas formas. Por ejemplo, es ideal para ensaladas dulces o picantes en crudo. Para preparar deliciosos platos de wok, se puede saltear brevemente o cocer al vapor. También se emplea mucho para preparar rollitos de col.

Al comprarla, asegúrate de que la cabeza esté bien cerrada y sea firme al tacto. Las hojas exteriores deben estar crujientes y no tener manchas oscuras.

La col china se puede guardar sin problema en el compartimento de verduras del frigorífico durante unos días. Si quieres conservarla más, puedes escaldarla brevemente en agua caliente y luego congelarla en porciones.