Cultivamos la achicoria roja de Treviso en nuestros campos de Ohlendorf (Baja Sajonia). Y es que el norte de Alemania, con su clima templado y sus suelos ligeros y profundos, ofrece las condiciones ideales para el cultivo de esta variedad. Además, es muy sensible a las condiciones climáticas extremas, lo que provoca que las plantas florezcan más rápido o comiencen a ennegrecerse los bordes de las hojas.

La achicoria roja de Treviso es tremendamente versátil. De hecho, se puede mezclar en cualquier ensalada para darle un toque de color y mucho sabor. También es perfecta para preparar en caliente, por ejemplo, como guarnición de pescado, carne o pasta. Solo tienes que saltearla un poco en una sartén con ajo y aceite de oliva y condimentar con pimienta, sal y un poco de azúcar, ¡y listo! Como consejo, también queda muy bien si no la cortas en trozos pequeños, sino que la salteas en cuartos.

Si prefieres suavizar un poco el sabor de la achicoria roja de Treviso, puedes poner las hojas brevemente en agua tibia. De esta manera, se puede eliminar un poco la sustancia amarga de los nervios de las hojas, que es donde más se acumula.

Al comprar esta variedad, asegúrate de que las hojas tengan buen aspecto y estén frescas y crujientes. Además, puede guardarse en su envoltorio o en un paño húmedo en el compartimento de verduras del frigorífico durante varios días. Aun así, como ocurre con todas las lechugas y hortalizas: ¡sabe mucho mejor fresca y preparada al momento!