Judías

Detalles interesantes

Las judías pertenecen a la gran familia de las Fabaceae, que también incluye otros cultivos muy conocidos, como las habas, la soja, los guisantes, los cacahuetes y el trébol. También pertenecen a este gran grupo plantas decorativas como la retama, la acacia y el codeso. La judía llegó a Europa desde América Central y del Sur en el siglo XVI.

 

Sus especies silvestres son plantas trepadoras, es decir, que se enroscan en sentido antihorario alrededor de objetos cercanos, como los árboles. La judía enana ya no posee esta cualidad, ya que forma un arbusto por sí misma, así que no necesita ayuda adicional como, por ejemplo, la judía verde. Las judías enraízan hasta 1,5 metros de profundidad en la tierra, contribuyendo de manera importante a aflojar bien el suelo. Como son capaces de retener el nitrógeno del aire a través de bacterias simbióticas, no es necesario fertilizarlas más.

 

Las vainas de la judía enana tienen un color verde oscuro intenso, una forma redonda y una piel lisa. Además, se comen enteras.

Las judías enanas crecen en los campos de Bardowick (Baja Sajonia), cerca del río Elba.

 

Les encantan los suelos arenosos y arcillosos profundos, que deben mantener una buena humedad, ya que esta variedad no tolera bien la sequedad extrema.

 

Dado que son plantas anuales y sensibles a las heladas, deben plantarse o sembrarse al aire libre a partir de mediados de mayo.

 

Las semillas se introducen en el suelo a una profundidad de 2-3 cm con una sembradora. A partir de ahí, crecen pequeños arbustos anuales en los que se forman las vainas. La cosecha de las judías enanas es un trabajo puramente manual. 

Estas no deben consumirse crudas, ya que contienen fasina, un compuesto proteico tóxico. Esta proteína solo se destruye al hervirla en agua caliente durante al menos 10-15 minutos. Antes de cocinar las judías enanas ecológicas, deben lavarse un poco y acortarse los extremos.

 

Esta variedad es ideal para acompañar la carne y el pescado. También se puede preparar una deliciosa ensalada de judías y quedan genial enrolladas en tocino y a la parrilla. Pero sin importar el tipo de preparación que elijas, las judías verdes siempre deben hervirse en agua durante unos 10 minutos.    

 

Las judías enanas frescas se caracterizan por su color verde intenso y su piel lisa y abultada.

 

Además, se deben consumir poco después de comprarlas. Si quieres conservarlas durante más tiempo, puedes escaldarlas brevemente, ponerlas en agua fría, escurrirlas y congelarlas.

Verfügbarkeit
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País de origen
Alemania
España
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