Cultivamos el maíz dulce en nuestra instalación de Gresse (Mecklemburgo-Pomerania Occidental). El maíz dulce adora los suelos ricos en nutrientes y sueltos, y es muy importante que cuente con un suministro adecuado de agua para que crezcan bien las mazorcas.

Existen variedades de maíz dulce adaptadas a las diferentes zonas climáticas. Por ejemplo, para nuestro cultivo en el norte de Alemania tenemos variedades específicas que adoran el clima oceánico y crecen muy bien ahí.

Normalmente, solo se dispone de un pequeño margen de tiempo para cosecharlo, ya que los granos se desprenden muy rápido de la mazorca madura. En nuestro caso, utilizamos máquinas para cosecharlo. Primero, la planta de maíz se corta y las mazorcas se separan del tallo. Un deshojador especial saca las hojas verdes de las mazorcas. A continuación, las mazorcas se cortan por arriba y por abajo, se envuelven en un film especial, se envasan al vacío y luego se cuecen.

El maíz dulce cocido tiene la ventaja de que se puede consumir directamente sin mucha preparación, lo que ahorra tiempo. Si quieres disfrutarlo caliente, saltéalo en una sartén durante unos minutos sin el film, hazlo a la parrilla o ponlo en agua caliente. ¡Y listo! Por supuesto, también puedes comerte la mazorca directamente fría o raspar los granos con un cuchillo afilado y servirlos como acompañamiento o en una ensalada.

El maíz dulce cocido puede conservarse sin abrir a temperatura ambiente hasta su fecha de caducidad mínima. Una vez abierto, debe guardarse en el frigorífico y consumirse lo antes posible.