Nuestra calabaza potimarrón crece en los campos de Winsen/Luhe (Baja Sajonia). Se trata de una planta anual, sensible a las heladas y muy trepadora, por lo que se necesita espacio suficiente para su cultivo. A las calabazas les encantan los suelos ricos en humus con una distribución equilibrada del agua.

Estas se cosechan a finales de verano y durante el otoño, y para nosotros es un trabajo puramente manual. Es importante cortar también el tallo, ya que de lo contrario se puede pudrir rápidamente en el lugar del corte.

Preparar la calabaza potimarrón es muy fácil, ya que, a diferencia de muchos de sus familiares redondos, no necesita pelarse. Por lo tanto, primero debes lavarla con agua corriente. Después, corta la base del tallo en la parte superior y la base de la flor en la parte inferior. A continuación, corta la calabaza por la mitad con un cuchillo afilado y raspa el centro de las dos mitades con una cuchara.

Dependiendo de la receta que quieras hacer, puedes cortar las mitades en rodajas o en dados de cualquier tamaño. Además, se puede utilizar para hacer sopa, una deliciosa guarnición o algo dulce (como mermelada), asar o rallar cruda en una ensalada. Puedes encontrar muchas ideas increíbles en nuestra página de recetas. ¡No te la pierdas! 

Al comprar una calabaza potimarrón, asegúrate de que la piel esté lisa e intacta y que todavía tenga la base del tallo. Las calabazas pueden guardarse durante varios meses en buenas condiciones (frescas y secas) para ofrecer una buena calidad durante todo el invierno. Una calabaza ya cortada puede envolverse en film transparente y conservarse en el frigorífico durante 2 o 3 días.